Plaza de
Toros de Las Ventas
Metro:
Las Ventas (líneas 2 y 5). Buses: 106, 110, 146, 21, 210, 38, 53 y 74.
www.las-ventas.com
Tauro
Tour. Información y reservas: 91 - 556 92 37 * 689 - 37 09 72
(de
lunes a viernes, de 09:00 a 14:00 hh., y de 16:00 a 18:00 hh.).
Horario
- martes
a domingo: de 10:00 a 14:00 hh.
Precios
-
adultos: 7 euros.
- niños
(de 4 a 12 años): 5 euros.
Aparte
de la visita al Bernabeu, la otra gran ruta turística madrileña en la que
podemos encontrar más extranjeros que españoles es este recorrido guiado por la
Plaza de Toros de Las Ventas. Veamos por qué...
"Ah,
¿pero se puede? Eso es lo que mucha gente pregunta cuando le cuentas que has
estado en la Plaza de Toros de Las Ventas, conociendo el interior del coso y
aquellos rincones a los que el visitante normal nunca puede acceder. Y es que
no es fundamental que te guste la lidia para disfrutar de uno de los edificios
más emblemáticos de Madrid. Para nosotros, la experiencia resultó muy similar a
cualquiera de las citas divulgativas que el Colegio de Arquitectos organiza por
lugares habitualmente cerrados al ciudadano de a pie.
El Tauro
Tour tiene un aliciente añadido -casi pintoresco- , por cuanto se trata de una
iniciativa dirigida casi de forma exclusiva al turismo extranjero. De la
treintena de personas que configuramos el grupo, apenas siete éramos españoles.
Como el guía acompaña habitualmente a japoneses, italianos y otros nacionales
de diversa procedencia, éste elige los idiomas pertinentes -por regla general
el castellano e inglés- para tratar de que nadie salga con una idea equivocada
de lo que va a ver.
La
perspectiva de los tendidos ofrece una panorámica global
Una vez
abajo, la sensación visual cambia por completo
El
recorrido comienza en el patio trasero de la Plaza, junto a la parte posterior
del Museo Taurino, a los pies de la Avenida de los Toreros. Para acceder a esta
zona de Las Ventas basta con localizar una especie de mural escultórico que
representa a dos mayorales mientras pasean a nueve reses por la dehesa.
Tras una
mínima caminata por sus vestíbulos interiores se accede a la Puerta de
Caballos, donde el guía comienza su explicación detallada de toda la liturgia
taurina. Muchos de los datos que aporta son básicos, como corresponde a una
audiencia generalmente profana en la materia.
La
visita incluye patios
anexos
como el de la capilla
El
callejón y las barreras, más cerca que nunca
La
impresión inicial es que muchos de estos rincones ya los conocemos, bien por
haber asistido a una corrida de toros o por haber ido a disfrutar de algún
concierto o evento musical. Así ocurre con la que es entrada oficial a Las
Ventas los días de actuación musical o circo. Un arco de medio punto se abre
junto al cartel de la primera corrida celebrada en la Plaza, en tiempos de la
República.
Otras
veces la oportunidad se revela única, como cuando puedes meterte en los
burladeros de la intendencia, sentarte en plena barrera o hacer un brindis
desde el mismísimo centro del arenal. Mientras en el foso se recrean los
momentos de tensión del toro que salta, la enfermería y el pasillo que accede a
ella transmiten la blanca y fría sensación del peligro. Otra de las puertas
conduce a la capilla, cuyo interior sólo se puede observar desde fuera y con
cierta discreción.
El
aspecto de Las Ventas desde el coso resulta impresionante, máxime cuando se
comprueba un detalle siempre inapreciable en televisión, cual es la respetable
inclinación hacia las tablas de todo el arenal. La panorámica se completa desde
la altura de sus segundos vomitorios, a escasos metros de la tribuna de
autoridades y el tendido donde se ubica la orquesta.
No vamos
a hacer el paseíllo, pero apetece fantasear con ello
Los
"guiris", fascinados ante
la
belleza estética de la fiesta
En este
particular “teatro de los sueños” taurinos que es “la plaza más importante del
mundo” los visitantes van a encontrar varios paneles fotográficos que ilustran
con su apoyo visual los argumentos del guía. Hay un momento ‘typical spanish’
que no nos gustó demasiado, y es la preceptiva (y voluntaria) toma de contacto
con la capa y la muleta. La ruta finaliza con la visita a la tienda -muy chula
y tentadora-, que por cierto es la única estancia de la Plaza bien climatizada.