Lo
decimos con el mismo espíritu “chuleta” que los bilbaínos cuando hablan de su
ciudad: a museos, en Madrid, no nos gana nadie. En efecto, la capital puede
presumir de ser una de las que más y mejor ofrece en cuanto a este tipo de
divulgación cultural. Los hay de naturaleza muy distinta, pero es obligado
destacar por encima de los demás el triángulo que forman el Museo del Prado, el
Thyssen-Bornemisza y el Centro de Arte Reina Sofía.
Los
niños más pequeños suelen aburrirse en las pinacotecas, por lo que conviene
iniciarles en estos recorridos -que generalmente se reducen a lo visual- con
otros temas que les resulten más divertidos o afines. Tenemos uno monográfico
de Bomberos, otro del Ferrocarril, está el Museo Naval, el dedicado a la
historia del Traje, dos muestras temáticas sobre aviación y hasta una galería
de Arte Infantil. Ahora toca concentrarse y elegir aquel que encaje con la edad
e intereses de cada visitante primerizo. La cuestión es que repitan, ¿no?