Cuando llega el verano, algunos de los
propietarios de los poquitos tiovivos que hay en Madrid desaparecen. Se van a
trabajar a las ferias de media España y nos dejan tristes con la visión de un
descampado. Los que quedan permanecen fijos en su puesto, hasta que en octubre
vuelven todos a funcionar como lo que son: uno de los poquitos espacios
públicos en común que van quedando en los barrios y el punto de encuentro
clásico para padres e hijos de toda condición. Ni te cuento si encima tienen
una churrería al lado...
En este
apartado también vamos a incluir algunas recomendaciones especiales sobre las
mejores zonas de columpios que hay en Madrid. Muchas corresponden a parques,
mientras que otras forman parte de plazas o espacios peatonales. Pueden
destacar por su corte clásico -de película de Garci en el Madrid de los 50-, o
bien ser vanguardistas y dinámicos. Tenemos a los mejores beta-testers de la
ciudad y los han probado a conciencia.