El protocolo infantil tiene sus propias
normas. Por ejemplo, que los compañeros de tu hijo de tres a cinco años reciban
un regalito si el cumpleaños de tu nene coincide con un día de clase. Para
casos similares, tira de agenda y apúntate alguna de estas direcciones. Con
ellas podrás hacer frente a cualquiera de las cuatro citas importantes en el
calendario colegial de los chavales: Navidad, Carnaval, San Isidro y la fiesta
de fin de curso.
En cuanto a los disfraces, por desgracia
hace tiempo que los vestidos de chulapa dejaron de ser improvisados por mamás y
abuelas. La falta de tiempo es uno de los mayores enemigos de las relaciones
paterno-filiales y más en una gran ciudad. Por eso, qué mejor que solucionar la
papeleta con una oportuna visita a un establecimiento especializado.
Las fiestas
infantiles son otro cantar, que se resuelve trasladando el cotillón de fin de
año a la fecha señalada. ¿Y dónde encontrar confeti en pleno mes de junio? Pues
en estos pequeños mercados del globo y el "matasuegras", donde igual
te venden los Sugus al peso que te alquilan una atracción hinchable.