MUSEO
ARQUEOLÓGICO REGIONAL DE LA COMUNIDAD DE MADRID Plaza de las Bernardas, s/n.
ALCALÁ DE HENARES.
91 - 879
66 66
Horario:
- de
martes a sábado: de 11:00 hh. a 19:00 hh.
- domingos
y festivos: de 11:00 hh. a 15:00 hh.
Cerrado
todos los lunes del año.
La
entrada es gratuita.
Parece
mentira que un Museo tan estupendo como éste permanezca eclipsado por el
centralismo cultural que la ciudad de Madrid ejerce sobre sus ciudades
satélite. Sus instalaciones forman parte del Convento dominico de la Madre de
Dios, un edificio histórico reconvertido en sede permanente de exposición
arqueológica. Sus accesos y recorridos siguen la pauta de los museos de última
generación, que son aquellos en los que prima el elemento interactivo sobre el
exceso de fondos e incentivos.
Su
vocación didáctica y divulgativa queda fuera de toda duda con la primera de las
etapas de la visita: un audiovisual de 12 minutos sobre la historia de la
formación geológica de la actual Comunidad de Madrid. En este relato se explica
también cómo fue la aparición de las primeras formas humanas sobre su
territorio. La proyección ocupa toda la pared de una sala, cuyas puertas se
cierran mientras dura el metraje. Y atención, que justo a la mitad del
documental hay que girarse sobre uno mismo para continuar viendo la película en
la pared opuesta -es divertido comprobar cómo algunos despistados no se
percatan de ello-. En este improvisado mini-cine se exhiben las reproducciones
de los huesos de los animales más antiguos -algunos prehistóricos- encontrados
en los principales yacimientos arqueológicos de la provincia.
Su sede
es un antiguoConvento de dominicos
El Museo
Regional ocupa
las dos
plantas del edificio
A
continuación se muestra al visitante cuáles eran los útiles de trabajo y uso
cotidiano de nuestros primitivos antepasados. Los niños pueden tocar una
perfecta simulación de sus hachas y piedras cortantes, mientras en la vitrina
que tienen enfrente van a visualizar el equivalente contemporáneo de ese mismo
instrumento. Así, una hacha de sílex se convierte de repente en un hacha modelo
Leroy-Merlin, gracias a un ingenioso juego de transparencias que permite que
primero aparezca un objeto y luego el otro.
Esta
introducción a la historia más antigua de la CAM sigue un orden cronológico que
conduce hasta los primeros asentamientos humanos. Una de las toscas
construcciones que cobijaba a los "madrileños" más antiguos está
recreada casi a escala natural, y son muchas las muestras que se exponen de su
cultura de la supervivencia y el nomadismo.
La
altura y disposición a la que están colocados los fondos parecen ideadas para
la visita de los grupos escolares. La iluminación de las piezas es perfecta y
resalta su singularidad. Por contra, los gráficos y textos resultan algo más
complejos y se dirían exclusivamente dirigidos al público adulto. La última
área temática de esta primera planta nos introduce en la evolución colectiva
del indigenismo en su contraste con la romanización y el florecimiento de las
las villas y ciudades.
Hay
mosaicos romanos
en el
patio y la sala central
Protagonismo
visual para
los
fondos patrimoniales
Una vez
asimilado este caudal de conocimientos, el Museo nos invita a subir a la
primera planta, desde donde se aprecia perfectamente la primigenia condición
religiosa del edificio y la forma en que se han adaptado sus espacios a la que
es su nueva función desde 1999. Parte del espacio está destinado a la
exposición temporal de rigor, en tanto el resto se ocupa de los siguientes
argumentos: el Madrid medieval y el orden feudal, el traslado de la Corte a Madrid
durante el siglo XVI y la consiguiente transformación social y urbanística de
la ciudad. El arqueológico de la Comunidad tiene unas dimensiones considerables
y a estas alturas es posible que los chavales acusen cierto cansancio, por lo
que recomendamos una segunda visita para encarar la parte final.
Con buen
criterio, la dirección del Museo ha reservado una última sala para disfrute
casi exclusivo de la infancia. Los niños pueden ponerse en la piel de un
imaginario y pequeño arqueólogo, ya que en sus instalaciones encontrarán varios
dispositivos interactivos con los que recrear esa fantasía.
La
simulación de una choza,ejemplo del enfoque didáctico
Un
yacimiento arqueológico,
a la
escala de una maqueta
La
última estación del Museo es una encantadora tienda, por la que hay que pasar
irremisiblemente para poder salir a la calle. No nos gusta nada este tipo de
"jugadas" -más propias de un centro comercial que de un entorno
cultural-, pero lo pasamos por alto porque la nota final del Arqueológico
Regional roza el notable alto.
Curiosamente,
muchos visitantes llegan al Museo atraídos no tanto por la colección permanente
sino por las exposiciones temáticas que organiza de forma regular. Éstas suelen
girar en torno a la riqueza arqueológica de las tierras castellanas sobre las
que se asienta Madrid.