C./
Mayor, 48. Alcalá de Henares (Madrid)
91 889
96 54
www.museo-casa-natal-cervantes.org
Horario:-
de martes a domingo: 10.00 a 18.00 hh. (última visita: 17.30 hh.)
-
cerrado los lunes y festivos, y los días 1 de enero, 24, 25 y 31 de diciembre.
La
entrada es gratuita.
¿Alguien
se resiste a la fotoentre los dos personajes?
El patio
interior sirve de
vestíbulo
de bienvenida
Alcalá
de Henares tiene tanto que ofrecer al visitante que mejor será que desglosemos
poco a poco sus virtudes como Ciudad Patrimonio de la Humanidad. Para empezar
lo mejor es hacer un pequeño comentario sobre la llamada Casa de Cervantes, uno
de esos lugares que son como un imán para el turismo convencional.
En
realidad, Miguel de Cervantes nunca vivió aquí. Pasa mucho con las "casas
natales" de las celebridades históricas, que en bastantes ocasiones son
sólo cuidadas reconstrucciones de un tiempo y un espacio. La del escritor está
situada en un lugar estratégico de la villa universitaria, en el centro mismo
de la peatonal calle Mayor.
Una
escalera interiorcomunica ambos pisos
Todo
parece listo para
un
rodaje: aquí, la Botica
El
edificio simula una mansión de un cierto lujo para una familia de los siglos
XVI y XVII, donde no falta ninguna de las estancias que daban cierta comodidad
a la espartana vida castellana de la época. La casa cuenta con un acceso
central al que rodean dos pequeños jardines. Es fácil dar con ella, ya que en
su día el Ayuntamiento tuvo la feliz idea de instalar justo enfrente un banco
con un Quijote y un Sancho a tamaño natural. Junto a ellos se fotografía todo
el que pase por allí de visita, haya leído o no a Don Miguel.
Toda la
Casa Museo se estructura en torno a un espacio abierto que hace las funciones
de patio central. En su planta baja se encuentran el pozo y varias habitaciones
importantes, como la Botica o cámara de Rodrigo de Cervantes, la Sala aderezada
para comer y la Cocina.
Una de
ellas es el denominado Estrado de las Damas, que las mujeres y sus hijos
utilizaban para pasar la tarde. En esta "sala de estar" es fácil
imaginarse a estas alcalaínas realizar sus bordados, comentando las novedades
de la Corte y relajadas sobre un suelo de tablas suavizado por un alfombra y
unos cojines. Justo al lado se ha procurado una divertida representación de
títeres con la escenificación del retablo de Maese Pedro.
Cada una
de las estancias está presentada como si de un bodegón costumbrista se tratara,
con los objetos de uso más frecuente y todo aquello que pueda ambientar mejor
el momento histórico recreado. La escenografía ocupa la mayor parte del espacio
disponible, aunque por desgracia una cuerda disuasoria impide el acceso al
interior de las habitaciones.
La
decoración documentala época en que vivió Cervantes
La
cocina, lista para servir
a unos
imaginarios comensales
La única
salvedad es una sala dedicada a la exposición de las distintas ediciones de
"El Quijote" y otras obras del escritor, que abarca toda clase de
lenguas y fechas de impresión. La muestra es impresionante y no deja lugar a
dudas en torno a la condición de icono literario mundial del personaje creado
por Miguel de Cervantes. Esta selección bibliográfica comparte protagonismo en
el primer piso con la Alcoba del Caballero y los Aposentos de Damas, Dueñas e
Infantes.
Un
consejo: no merece la pena embarcarse en la visita si existe el riesgo de
encontrarnos dentro con un grupo organizado de veinte o treinta personas.
Nosotros lo hicimos, y la verdad es que poco o nada disfrutamos tratando de
hacernos un hueco frente a las piezas de la muestra. El espacio resulta
limitado, por lo que harían bien los responsables de la Casa Natal si
impusieran un "aforo limitado" en los días de mayor afluencia de
turistas.