Avenida
Ciudad de Barcelona, 164. Detrás de la Junta de Distrito de Retiro.
Metros
más cercanos: Pacífico (línea 6).
Tras
el pórtico del antiguo Parque de Artillería de la Maestranza, en la zona de
Pacífico, se esconde la diversión. Este antiguo cuartel fue durante muchos años
objeto de la reivindicación ciudadana, cuya presión logró que el Ayuntamiento
convirtiera todo el entorno en un estupendo equipamiento de servicios
deportivos y sociales.
La
mayor parte del espacio está destinado al Polideportivo Daoiz y Velarde. Esta
instalación se encuentra oculta a la vista del paseante, ya que desde la
Avenida Ciudad de Barcelona el edificio de referencia es la Junta Municipal de
Retiro. Entre uno y otro emplazamiento existe una pequeña plaza que se ha hecho
muy popular en los últimos años, por ser de las pocas en Madrid que permite a
los niños disfrutar de un improvisado baño entre los chorros de su fuente.
La
cosa no tiene más misterio que el de esos aspersores a los que tan aficionados
son los arquitectos últimamente, y que nacen del suelo para ser activados
cuando el calor aprieta. Una rejilla metálica dibuja una superficie cuadrada
constituida por paneles, de los que van surgiendo figuras de agua de distinto
tamaño y compás. Alrededor de esta hondonada pavimentada hay bancos para el
descanso de los vecinos, que también suelen acomodarse sobre los tres largos
escalones que delimitan dos de sus vertientes.
Los
niños entran y salen del centro de la plaza con el mismo afán con el que se
lanzan a una piscina en cuanto la ven apetecible. Afortunadamente, nadie coarta
su diversión pura y el espectáculo es de los que causan envidia a los adultos.
Dan ganas de imitar a los “consentidos” y meterse a chapotear en esta especie
de jacuzzi vertical. Qué suerte es (casi siempre) tener siete años.