Museo de Ciencias Naturales

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C./ José Gutiérrez Abascal, 2
91 - 411 13 28www.mncn.csic.es
Horario:
- de martes a viernes: de 10:00 a 18:00 hh.
- sábados: de 10:00 a 20:00 hh. -julio y agosto: de 10:00 a 15:00 hh.-.
- domingos y festivos: de 10:00 a 14:30 hh.

Cerrado los lunes, y los días festivos de Año Nuevo, Reyes Magos (6 de enero), 1 de mayo (Día del Trabajo) y 25 de diciembre. Los días 24 y 31 de diciembre tienen la consideración de festivos.
Entrada:
- individual: 5 euros.
- niños de 4 a 14 años, estudiantes y desempleados: 3 euros.
- grupos: 2,10 euros por persona (de 10:00 a 15:00 hh.) y 1,50 euros (de 15:00 a 18:00 hh.).

Las taquillas permanecen abiertas hasta media hora antes del cierre del Museo.

Existe la posibilidad de concertar visitas guiadas, previa reserva de las mismas.
El precedente de este Museo fue el Real Gabinete de Historia Natural, fundado en 1771 por Carlos III. Tras un periodo inicial de florecimiento científico, la institución toma asiento en el edificio del Palacio de la Industria y las Bellas Artes, que se construyó en 1887. Justo un siglo después se produce la remodelación del inmueble, así como su reconversión a la museística moderna.

La labor de investigación que desarrolla el Museo es importante, aunque más lo es su programación de cara al público. Ésta mejora cada año, al estar en manos de un equipo que parece preocuparse de verdad por optimizar sus fondos y ofrecer exposiciones y actividades llenas de ingenio y con un enfoque didáctico muy inmediato.



La puerta principal es el puntode encuentro para los colegios
El molusco gigante nunca falla: o les fascina... o les asusta

Mucho donde elegir
La entrada a la sección de Zoología del Museo está situada junto a la calle Vitrubio. Lo primero que se encuentra el visitante es la exposición temporal que en ese momento se esté celebrando. A la izquierda habrá dejado una tienda donde se venden objetos y juegos relacionados con las ciencias naturales. Los talleres tienen lugar en un Aula Circular, ajena a la ruta que sigue el público en su recorrido.

La exposición permanente de esta planta se titula "Mediterráneo: naturaleza y civilización" y ocupa el ala derecha. Este muestrario de los ecosistemas peninsulares ha sido adaptado a las necesidades de un público que cada vez demanda más espectacularidad y originalidad. Todo está muy bien explicado, ya que el objetivo es dar a conocer la evolución de la cuenca mediterránea y en qué medida ha influido la intervención del hombre a lo largo de la historia. La gran estrella es el calamar gigante, un ejemplar impresionante que ocupa una vitrina entera.

El acceso al piso superior se puede efectuar mediante escaleras o ascensor. Desde arriba se contempla, aparte de los contenidos genéricos del Museo, una vista de vértigo del interior del edificio.

Por su parte, el sótano alberga la recreación del Real Gabinete de Historia Natural. Se reproducen en él las notas más significativas de lo que se entendía por un Museo de este tipo hace dos siglos. Todo lo que allí vemos es testimonio directo de la propia historia de la institución. El ambiente resulta algo tétrico y barroco para los niños, como si el propio Darwin hubiera estado colocando las piezas expuestas apenas unos minutos antes.


Recuerden, el Museo continúaen la parte derecha del edificio

En cuanto a la muestra "Historia de la Tierra y de la Vida", ésta se localiza en el extremo opuesto del edificio, que ocupa el departamento de Geología. Hay que salir del enclave central del Museo y dirigirse por el paseo del parque hacia el lado contrario de la calle José Gutiérrez Abascal. Resulta curioso que no exista comunicación entre ambas partes, pero recordemos que entre medias se ubica la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales.

Aparte de la exposición, esta nueva planta alberga una segunda tienda y el aula "5 Sentidos", destinada a la realización de talleres. También existe una mediateca, donde juegos interactivos, vídeos y CD-ROMs se ofrecen tentadores a los ojos de los chavales que quizás se hayan cansado de ver reproducciones de animales. Como es lógico, toda la temática del material gira en torno a la naturaleza y el medio ambiente. Pero claro, seguro que esto ya lo pueden ver en casa…

Volviendo a la "expo" en sí, "Historia de la Tierra y de la Vida" es -para entendernos-, el equivalente a los dos primeros episodios de la serie de dibujos animados "Érase una vez el hombre". Esta biografía "autorizada" de nuestro planeta parte de una amplia colección de minerales, dedicando su mejor sala a la paleontología y la representación de animales prehistóricos.



Este esqueleto de dinosaurioes la estrella de la colección

En esta zona se puede apreciar un descomunal esqueleto de diplodocus, bien conocido porque ha sido desde siempre el icono clásico del Museo de Ciencias Naturales. Nos encanta porque, entre otras cosas, parece que en cualquier momento van a aparecer por allí los protagonistas de "La fiera de mi niña". Hay otros esqueletos fósiles interesantes y unas escaleras que conducen a la parte final, donde los niños pueden observar el principio y último gran hito de la evolución humana: un hombre de las cavernas y un astronauta.

A la salida nos vamos a topar con el llamado Jardín de Piedras, un conjunto de rocas y troncos fosilizados que atestigua la riqueza geológica de la Comunidad de Madrid.


Antes de decir adiós,el Jardín de Piedras

"La Colina de los Chopos"
Así definió Machado esta parte de Madrid, donde comparten espacio el Museo de Ciencias Naturales, el prestigioso colegio Ramiro de Maeztu y los diversos edificios del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Hoy en día el exterior del Museo está habilitado como aparcamiento gratuito, aunque lo cierto es que suele estar bastante lleno. También hay un quiosco de parque madrileño a la vieja usanza, es decir, con pequeñas barras de mármol en cada una de las ventanas abiertas al público.

En esta misma zona verde están el Monumento de Isabel La Católica y el Monumento a la Constitución. El segundo se concibió como un símbolo escultórico del punto de encuentro que significaba la Carta Magna. El resultado fue un cubo blanco semivacío por dentro, con un par de escaleras que conducen al centro del mismo. Dicho de otro modo, un sitio perfecto para que los niños suban y jueguen al escondite. Lamentablemente, también aquí el "botellón" suele hacer estragos, así que te deseamos suerte si vas un domingo por la mañana.


Programación de talleres
El Museo programa actividades de este tipo durante los fines de semana, y coincidiendo con los meses de Navidad y verano. Los destinatarios principales son los niños, aunque algunos cursos también están abiertos a la participación de los adultos.

 

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