Cómo
llegar:
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en coche: hay que tomar la carretera de Valencia (N-III), desviándose hacia la
M-302 por la salida 21. Otra posibilidad la ofrece la carretera de Andalucía
(N-IV), desde cuya salida 28 se accede a la M-313. Una vez en el pueblo, el
acceso más cómodo parte de la Plaza Mayor, atraviesa la calle del Carmen y
llega hasta la Carretera de Valdelaguna, donde se encuentra el Museo.
Horario:
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sábados, domingos y festivos: de 11:00 a 14:00 hh., y de 15:00 a 18:30 hh.
Los
grupos mayores de 15 personas pueden visitar el Museo durante el resto de la
semana, previa reserva telefónica en el número 91 - 873 03 80.
La
entrada es gratuita.
Una
característica chimeneacorona el edificio del Museo
Junto
a la Huerta de Angulo hayun par de muestras botánicas
Morata
de Tajuña, como muchas localidades que rodean a la capital, lucha por mantener
su propia personalidad a la sombra del gigante urbano. Forma parte de la Vía
Verde que tan popular se está haciendo en los últimos meses, y a la que en su
momento dedicaremos un tratamiento especial. Pero en lo referido a su casco
urbano, Morata puede presumir de un Museo sin competencia en la provincia: el
Museo de los Molinos. Se encuentra situado en una de las salidas del pueblo y
da inicio a una ruta muy concurrida durante los fines de semana.
El
emplazamiento del Molino de la Huerta de Angulo, como así se denomina el
edificio, es ideal para dar un paseo antes o después de la visita. El río
Tajuña llega hasta el Molino con un cauce vistoso e introduce sus aguas en una
pequeña presa. Este caudal permite que funcione una de las tres piedras con las
que antiguamente molían los propietarios de la hacienda. Tanto a ambos lados
del Museo como en su parte trasera pueden observarse las riberas del río
Tajuña, ahora recuperadas y habilitadas para el turismo.
Un
buen motivo para recuperarlas riberas del río Tajuña
El
sistema de compuertas ypresas nutre de agua al molino
El
entorno cuenta también con un pequeño botánico de plantas autóctonas y otro
espacio denominado “Jardín de Aromáticas”. En este rincón natural nuestro
olfato va a disfrutar como nunca, al experimentar diferentes fragancias cada
vez que avancemos unos metros. Como suele pasar con las ermitas, los
alrededores de la Huerta de Angulo han sido diseñados para el disfrute y la
comodidad del visitante. Una de las pruebas evidentes es que se puede dejar el
coche a la puerta misma del Molino, sobre un aparcamiento de tierra amplio y
bien cuidado.
Actualmente
la finca pertenece al Ayuntamiento de Morata de Tajuña, que ha rehabilitado el
interior y exterior de la casa. En su interior se exponen las piezas e
instrumental que han permitido el aprovechamiento del Molino desde hace al
menos cuatrocientos años. Hoy en día sólo se activa para solaz del curioso, que
puede entender su funcionamiento en tiempo real gracias a unas trampillas
abiertas en el suelo. A través de ellas observamos el proceso de rotación de
las enormes piedras: el agua entraba con gran fuerza y un sistema de engranajes
mecánicos aprovechaba su energía para la pequeña producción industrial de
harina.
Todo
el proceso se ha recreadocon afán didáctico y pedagógico
La
primera planta aloja útiles
y
engranajes de la molienda
A
comienzos del siglo XX, los dueños del Molino levantaron una chimenea para la
turbina, elemento imprescindible con el que convertir el lugar en una modesta
estación de energía eléctrica. Es la imagen más representativa de este vestigio
de la cultura rural y popular, al que acompaña una muestra de básculas,
espuertas, fanegas, sacos de grano e intendencia similar. Todo ello está
ampliamente documentado en las dos plantas del Museo, donde se expone numeroso
material fotográfico e informativo sobre los días de la molienda.
Después
de esta toma de contacto con la Vega del Tajuña, nuestra recomendación infantil
es un rato de columpios en el Parque Juan de Ávalos. Se trata de una zona de
pinar, ubicada justo en el extremo opuesto de Morata. Se llega a ella por la
calle José María Rodelgo, pero ya se sabe que en estos casos lo mejor es
preguntar a algún vecino. Hay mesas y bancos para tomar tranquilamente la
merienda y un chiringuito muy animado cuando llegan el buen tiempo y el verano.