www.melimadrid.es
www.metroligero-oeste.es
ML1:
Pinar de Chamartín-Las Tablas
Pinar de
Chamartín (correspondencia con líneas 1 y 4), Fuente de la Mora, Virgen del
Cortijo, Antonio Saura, Álvarez de Villamil, Blasco Ibáñez, María Tudor, Palas
de Rey y Las Tablas (correspondencia con línea 10).
ML2:
Colonia Jardín - Estación de Aravaca
Colonia
Jardín (correspondencia con la línea 10 y con Metro Ligero 3), Prado de la
Vega, Colonia de los Ángeles, Prado del Rey, Somosaguas Sur, Somosaguas Centro,
Pozuelo Oeste, Bélgica, Dos Castillas, Campus de Somosaguas, Avenida de Europa,
Berna y Estación de Aravaca.
ML3:
Colonia Jardín - Puerta de Boadilla
Colonia
Jardín (correspondencia con la línea 10 y con Metro Ligero 2), Ciudad de la
Imagen, José Isbert, Ciudad del Cine, Cocheras, Retamares, Montepríncipe,
Ventorro del Cano, Prado del Espino, Cantabria, Ferial de Boadilla, Boadilla
Centro, Nuevo Mundo, Siglo XXI, Infante Don Luis y Puerta de Boadilla.
"Las
bicicletas son para el verano..." (perdón por el tópico, pero el tranvía
del Pinar de Chamartín al que nos referiremos de inmediato aparece en la
película) y los trenes ligeros para todo el año. Cuando hace un tiempo la
Comunidad de Madrid anunció la recuperación de algo similar al tranvía en la
capital, fuimos muchos los que nos ilusionamos con la reimplantación de un
sistema de transporte que prometía cambiar parte del paisaje urbano de la
capital.
Así ha
sido en cierta medida, aunque sólo en determinadas áreas metropolitanas de ese
nuevo Madrid constituido por enormes y algo impersonales urbanizaciones al
estilo de Sanchinarro (la Tres Cantos contemporánea, que dicen algunos). No es
como estar en Amsterdam, pero dependiendo del distrito sí es posible aventurar
algo de esa ensoñación holandesa.
Teníamos
curiosidad por saber en qué consistía esta alternativa a la locomoción habitual
y por eso no dudamos en plantarnos en una de las cabeceras de Metro que
comunican con las líneas del Metro Ligero. En nuestro caso escogimos Pinar de
Chamartín, donde además permanece expuesto uno de los escasos tranvías que aún
conserva la Empresa Municipal de Transportes.
Nuestra
pequeña aventura consistía en recorrer la línea 1 desde la estación de
Manoteras, alcanzar hasta Las Tablas y justo a continuación bajar en Virgen del
Cortijo, donde nos esperaba una película en las multisalas Cinecité. Fue como
un sábado más con película y palomitas, pero con el aliciente de que los niños
conocieran algo que nunca verán de la M-30 para dentro, en eso que llaman
"la almendra central de Madrid". Otro plan posible pasa por la
estación de María Tudor, donde se alza poderoso el edificio de El Corte Inglés
de Sanchinarro -ya saben, ese centro comercial construido en tiempo récord
antes de que hubiera vecinos y comercios en la zona-.
La
experiencia entretuvo a los chavales, dado que el viaje en Metro Ligero es
rápido y cuenta con todas las comodidades posibles (asientos casi ergonómicos,
asideros por doquier, aire acondicionado, espacio reservado a los carritos de
bebé...). El piso bajo se prolonga de un extremo a otro del convoy, lo que
facilita la movilidad y acentúa la seguridad del transporte. Además, los giros
que efectúa la máquina apenas si se aprecian. Lo que más les llamó la atención
fue el sistema de tracción del tren, alimentado por una catenaria aérea de
voltaje fijo. Por cierto, que nos costó Dios y ayuda explicar en qué consistía
todo este mecanismo para que lo entendieran mínimamente.
La
cabina del conductor permanece a la vista de los usuarios, que por momentos
tienen la sensación de estar desplazándose en una especie de tren-bala
silencioso y casi de paseo. La velocidad media es de 70 kilómetros a la hora en
túnel y 50 km/h al aire libre. La visibilidad del exterior resulta
espectacular, en especial cuando el sol entra de lleno por sus paredes,
acristaladas prácticamente de suelo a techo.
Las
paradas que efectúa este moderno tranvía-"bala" son suaves y casi
imperceptibles. La distancia entre las estaciones ya resulta corta de por sí,
por lo que apenas se distinguen una de otra. Algunas de ellas son una mera
prolongación de la línea de Metro. Por eso, el invento luce mucho más cuando
serpentea a ras de suelo por las pistas situadas en pleno casco urbano. La
línea 1 cuenta con cinco paradas subterráneas y las últimas cuatro en
superficie. El cruce de un lado a otro de las marquesinas se efectúa por pasos
habilitados al efecto, regulados por un sencillo sistema de semáforos de
colores.
Hay que
recordar que el billete del Metro Ligero no es el billete habitual del Metro
'downtown'. Así pues, toca adquirirlo en las máquinas expendedoras, validarlo
en el propio tren y conservar el ticket por si lo solicita un revisor.
Existen
otras dos líneas de Metro Ligero, que por un lado comunican Madrid con
Somosaguas, Pozuelo de Alarcón y Aravaca, y por otro Madrid con la Ciudad de la
Imagen, Montepríncipe y Boadilla del Monte. Ambas parten de la estación Colonia
Jardín, un intercambiador en toda regla situado entre las estaciones de Casa de
Campo y Aviación Española.