www.jardinbotanico.org/parque-jardin-botanico-de-moraleja-de-enmedio
Cómo
llegar:
- en
coche: hay que tomar la carretera de Extremadura (N-V) en dirección a
Arroyomolinos. Al llegar, M-413 hasta Moraleja de Enmedio.
- en
autobús: Transportes Martín, desde Fuenlabrada o Móstoles.
El
Parque Arroyo del Caño es
un
modesto pero bello botánico
Imposible
perderse: todo rectoporque sólo hay una ruta
Moraleja
de Enmedio es una pequeña localidad situada a escasos kilómetros de la populosa
Fuenlabrada. Es el típico pueblo que en principio pasa desapercibido, pero
tiene un par de sitios que merece la pena conocer aunque sea de pasada.
El primero
es el Parque Arroyo del Caño, ubicado a la entrada del pueblo según se llega de
"Fuenla". Comprende desde la Plaza de la Constitución hasta la
Avenida de Fuenlabrada.
Las
presas del riachuelorefrescan el seco ambiente
A las
afueras del pueblo hayuna zona verde muy coqueta
No se
trata desde luego de un área verde convencional. Además de zona de recreo, este
enclave es un jardín botánico en toda regla. Consiste en un estrecho paseo de
un kilómetro y medio que limita con los muros de las viviendas cercanas, al
tiempo que discurre en paralelo al riachuelo del mismo nombre. Éste ha sido
recreado con la ayuda de unas pequeñas presas, cuyas aguas bajan poco a poco
desde una fuente situada en su parte más alta.
El
acceso a los columpios y toboganes se localiza hacia a la mitad del trayecto. A
partir de ahí podemos disfrutar de un paseo por los típicos senderos de
cualquier botánico, guiados por esos letreros que nos informan sobre el tipo de
planta o flor que estamos viendo. También hay un par de estanques con patos,
pero unas enormes vallas de rejas deslucen el contacto de los chicos con sus
colegas los animales del "cuá, cuá".
El
sosegado paseo de la tarde,o las bondades de lo rural
Los
columpios y toboganesesperan a los jovenes andarines
Otra
pequeña excursión agradable es la que nos lleva a la otra parte del municipio.
Basta preguntar por las instalaciones deportivas para encontrar… ¡el
helipuerto! En efecto, una típica "H" preside esta pista de
aterrizaje que aparece por sorpresa en tan recóndito lugar.
La
caminata es muy llevadera y tiene como destino un parque al uso, donde no falta
una buena selección de columpios para niños y no tan niños. Todo el recorrido
sigue el curso de un nuevo riachuelo, con un cauce tan bajo que los niños
pueden divertirse cruzando de un lado a otro. También existe un puente de
madera para quienes no se animen al salto. Cada pocos metros hay una mesa con
bancos para sentarse y tomar la merienda, mientras contemplamos la espléndida
pradera ocupada por el citado helipuerto y algunos campos de fútbol y
baloncesto.