Camino
de San Cristóbal, s/n. VILLARRUBIA DE LOS OJOS (CIUDAD
REAL)www.elmiradordelamancha.com
Reserva
de cabañas: 650 - 46 22 47
Reservas
del restaurante: 926 - 66 61 22 * 649 - 99 91 22
Cómo
llegar:- por la carretera de Puerto Lápice (CM-4126), tomando la salida de
Villarrubia de los Ojos.
- por la
carretera de acceso desde Fuente el Fresno (CM-4120), junto a la entrada al
púeblo de Villarrubia
GPS:
Latitud:
Norte 39º 13’ 16’ 8”
Longitud:
Oeste 3º 37’ 58” 4
Tenemos
querencia por lo manchego por razones familiares y no nos resistimos a cruzar
las fronteras de la Comunidad de Madrid para presentar un centro de vacaciones
situado en plena llanura castellana. Hace un par de veranos pasamos una noche
en sus instalaciones y, aunque algo caro, nos gustó mucho por la originalidad
de su planteamiento y su relativa cercanía a la capital.
El
Balcón de La Mancha se encuentra en el término municipal de Villarrubia de los
Ojos, en la provincia de Ciudad Real. Algunas de las localidades de referencia
más cercana son Almagro y Puerto Lápice. Ocupa una gran finca en una ladera con
la Sierra de la Calderina al norte, desde la que se contempla una amplia
panorámica de la comarca de las Sierras de Villarubia. Este emplazamiento es
uno de los mayores atractivos del recinto, que linda con las primeras
estribaciones de los Montes de Toledo. A escasos metros de El Balcón se aprecia
además la ermita de San Cristóbal, coronando un “morrón” sobre el que se
asienta el alojamiento rural.
La
visión de esa Mancha horizontal que se extiende hasta casi Albacete resulta
impresionante, aun cuando no deja de ser un paisaje donde priman los colores
ocres de los campos de cultivo y la vegetación es apenas una anécdota en el
horizonte.
Esta
especie de moderno cortijo destinado al turismo se distingue de su competencia
por su oferta de alojamiento en unas cabañas de madera muy acogedoras, que
varían de tamaño y capacidad según las necesidades de la clientela. Las cuatro
cabañas “nido” están pensadas para parejas con ganas de dormir sobre olivos
bicentenarios. Su estructura está construida sobre los propios árboles, con un
acceso que garantiza una pequeña terraza y una dotación interior que contempla
los estándares de cada alojamiento: dos camas, aseo, aire acondicionado y
calefacción, microondas y nevera.
También
existe una choza “suite”, de esas de tirar la casa por la ventana en
aniversarios señalados: cama de matrimonio de dos metros, baño completo con
ducha y bañera de hidromasaje, ropa de cama y baño, salón con tresillo,
televisor de 24”, chimenea y mini-bar. Como las familias con niños no entrar en
el perfil de las “nido” y “suite”, el Balcón he diseñado una cabaña “grande”
con la intendencia propia de una familia de dos o tres hijos: dos dormitorios,
altillo para niños con cuatro, seis y ocho plazas, baño, cocina, salón, porche
con terraza, chimenea, aire acondicionado y calefacción.
De todas
las chozas, la más apetecible de las veinte disponibles es la ubicada junto a
un pequeño lago con patos y peces. Unos metros más abajo suenan los graznidos y
gruñidos características de una pequeña granja de animales domésticos:
gallinas, burros, cerdos, avestruces, conejos… Los niños pueden curiosear
libremente, ya que las mascotas y el ganado permanecen tranquilos en sus
distintas cuadras y conviven encantados con los visitantes.
A lo
largo de la pequeña ladera también encontramos un huerto ecológico, con un pozo
de noria como las que siempre movieron los burros en los pueblos manchegos.
Algo más escondida está la cascada de agua y ya en los límites del terreno una
plaza de toros que se usa para tientas y capeas de aficionados. Los adictos a
las barbacoas cuentan con un merendero específico con asaderos al aire libre.
Las
áreas de socialización de El Balcón son fundamentalmente dos: el
bar-restaurante y la pequeña piscina. La primera basa su oferta en la cocina
tradicional y autóctona, principalmente de horno de leña y parrilla, y una
segunda carta más abierta al refinamiento y la excepción. Resumiendo, uno de
los referentes locales para la celebración de eventos multitudinarios que
requieran de una cierta distinción: bodas, bautizos, cenas de empresa, etc.
La zona
dedicada a la restauración de bar funciona estrictamente como preámbulo de
aperitivo y caña. No esperes encontrar en ella nada que te puedas llevar a las
cabañas como improvisado desayuno o cena. En este sentido, la ausencia de una
cantina de alimentos o una pequeña de productos de aseo o limpieza condiciona
al visitante a una compra previa en Villarrubia. Hay que ir pertrechado de todo
aquello que vayamos a necesitar para nuestra estancia doméstica, porque de lo
contrario nos veremos obligados a coger el coche y regresar a la civilización
comercial.
La
piscina está reservada a los clientes de la hacienda. Ha sido emplazada en una
balconada estratégica, desde la que sentirse un terrateniente manchego con coto
de caza a la vista. Ahora en serio, se trata de una pileta más de niños que de
adultos, de esas que se prestan a que los niños conozcan a otros vecinos con
los que jugar en este pequeño oasis acuático.
Hay
muchos pueblos y alicientes naturales al alcance de una hora u hora y media de
coche -nosotros optamos por el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel-.
Existen muchas opciones para elegir, aunque ya sabemos que las excursiones
largas con niños exigen de una planificación complicada.
El
párrafo final de esta reseña no puede estar protagonizado por otro fetiche que
el gigante Don Quijote que sirve de referencia visual a quienes buscan El
Balcón de la Mancha desde las carreteras comarcales. El montaje escultórico en
madera es digno de figurar en la Guía de la España Bizarra que publicó la
revista-fanzine Mondo Brutto en el invierno de 2007. La altura del caballero y
su pose de guerrero literario son de las que no se olvidan…