(ACTUAL
MUSEO DE ARTE PÚBLICO - ANTIGUO MUSEO AL AIRE LIBRE DE LA CASTELLANA)
Paseo de
la Castellana, 40
91 - 701
18 63 * 91 - 578 27 22
www.munimadrid.es/museoairelibre
Recuerdo
la inauguración de este Museo en 1979. Empezaban a correr nuevos aires en
Madrid y lo revolucionario del proyecto trajo consigo una cierta polémica.
Aunque durante mucho tiempo el Museo de Escultura al Aire Libre ha dado la sensación
de estar bastante abandonado, actualmente vive un buen momento. El Ayuntamiento
ha procurado la existencia de una garita informativa al pie de la calle
Serrano, donde es posible conseguir un folleto que explica a la perfección lo
que vamos a ver. También hay un servicio permanente de vigilancia que protege
el entorno de agresiones y pintadas.
"Lugar
de Encuentro III o
La
Sirena Varada", de Chillida
Las
esculturas se reparten
armónicamente
por el entorno
El Museo
fue concebido como un espacio de recreación pública al que no fueran ajenos los
elementos urbanísticos más cercanos, como sus accesos, escaleras, mobiliario y
especialmente el paso elevado que lo cobija. La fusión arquitectónica y
estética con las esculturas es perfecta, gracias a una conjunción de colores,
texturas y materiales que le dan personalidad y un encanto algo frío.
Nuestra
recomendación es acceder por la calle Serrano a la altura del puente de Eduardo
Dato. Si tenemos suerte, lo primero que veremos es una pasarela sobre una ruidosa
cascada de agua. A los niños les fascina, porque desde aquí se observa una
sucesión constante de elementos escultóricos a cual más pintorescos. Abundan la
piedra y el hierro, con grandes instalaciones colgantes y varias geometrías de
dimensiones caprichosas. Se trata de un reflejo representativo del movimiento
abstracto español desde sus primeros balbuceos en 1920 hasta los prolíficos
años 70.
Bajo el
puente se encuentran
las
obras más significativas
Al otro
lado de la Castellana,
una
muestra de Pablo Serrano
Como
suele pasar en estos casos, los espectadores más jóvenes manifiestan sus
opiniones sin complejos, como sin complejos se acercan a tocar todo aquello que
les llama la atención. El servicio de seguridad es generoso y procura no
incomodar, pero ya sabemos cómo funcionan estas cosas... También hay que tener
algo de cuidado si queremos cruzar al otro lado del Paseo de la Castellana.
Allí permanece aislada del resto una escultura de Pablo Serrano. Para llegar a
ella hay que atravesar tres pasos de peatones.
La
colocación de las piezas
potencia
su belleza y estética
Un poco
de serenidad y arte
para
combatir el atasco
En total
son 17 las piezas expuestas de forma permanente, cada una de un artista
diferente. Los más conocidos son Joan Miró, Martín Chirino, Pablo Serrano y
Eduardo Chillida. Éste aportó a la colección su obra “Lugar de Encuentro III o
La Sirena Varada”, una emblemática creación que está situada en el privilegiado
centro de esta muestra urbana. Parte del catálogo artístico del Museo fue
creado expresamente para el enclave que lo iba a alojar.
Su
denominación actual es la de Museo de Arte Público, tras una polémica decisión
de la Concejalía de Artes que afectó también a otros nombres de museos
municipales. Como referente no nos dice gran cosa, y además es la segunda vez
que el Consistorio nos marea con este tipo de decisiones. Así, el Ayuntamiento
ha estado manejando durante años y de forma arbitraria la titulación de Museo
de la Castellana. Ninguno de los dos nombres nos convence, y por eso insistimos
en caracterizar este lugar como lo que siempre ha sido: un Museo de Escultura
al Aire Libre.