Avenida del Jarama, 20. TITULCIA
91 - 801 04 20
Horario:
- de martes a viernes: visita concertada de
colegios
- sábados y domingos a las 12:00 y 16:00 hh.:
visita de particulares -imprescindible reserva
previa:visitasexotarium@hotmail.com-
Cerrado los lunes, salvo que se trate de día
festivo.
Precio:
- adultos: 9 euros.
- niños a partir de tres años: 7 euros.
- gratis: niños menores de tres años.
Exotarium es un centro de rescate de animales
exóticos que trabaja exclusivamente con especies protegidas que hayan sido
víctimas del tráfico ilegal o el abandono. Son animales irrecuperables para el
medio natural al que originariamente pertenecen, pero que al menos pueden
disfrutar de una existencia digna mientras vivan. No está concebido como un
negocio, por lo que las visitas son guiadas y se reducen a dos horas al día,
las doce de la mañana y las cuatro de la tarde. El proyecto fue concebido por
Luis María Domínguez, naturalista y director de documentales, quien aprovechó
las infraestructuras de lo que pretendía ser un zoo de exhibición para
transformar el entorno en un refugio para los animales "raros" que se
incautan en aeropuertos, aduanas o bares y discotecas de dueños sin escrúpulos.
Las instalaciones ocupan toda una nave industrial
en el pueblo de Titulcia. El emplazamiento es característico, por cuanto se
ubica en la parte baja de una de las estribaciones del municipio y justo al
lado del Área Recreativa Soto Bayona, perteneciente al Parque Regional del
Sureste. Se hace complicado dar con el sitio exacto y hay que estar atentos a
la entrada misma de la localidad para seguir las instrucciones sin pasarse de
largo.
El principal interés del Exotarium es que aquí
vamos a encontrar especies por completo inéditas respecto a los parques
zoológicos o las reservas animales del resto del país. No importa que se llame
Zoo-Acuarium, Faunia o Selwo Aventura, porque nada de lo que hayamos visto en
ellas se corresponde con esta auténtica reserva de lo extraordinario. Los
rectores de la entidad han priorizado la fauna de menor tamaño, habida cuenta
de que sus recursos y el espacio disponible son limitados -de hecho, ya no admiten
mascotas de particulares-.
La singularidad de los reptiles, serpientes y
mamíferos expuestos es tal que la presencia de un guía o monitor se hace
imprescindible. La visita dura aproximadamente una hora, durante la cual el
visitante va a conocer las tribulaciones y peligros vividos por los animales
supervivientes. El objetivo del recorrido es concienciar a niños y mayores de
lo gratuito y caprichoso que resulta la moda del animal exótico. Los
especialistas también describen la naturaleza y el comportamiento del ejemplar
de la especie en cuestión, en un alarde de datos que apreciarán mejor los niños
de mayor edad.
La intención concienciadora se cumple con creces,
ya que las historias de cómo llegaron a España las mascotas y en qué estado
quedaron cuando fueron abandonadas son curiosas y a menudo impactantes. Queda
claro que los animales exóticos exigen una alimentación diferenciada y muchas
veces voluminosa, y que por ello su crecimiento puede resultar muy rápido e
inesperado. Precisan cuidados que sólo los profesionales pueden darles y además
el maltrato o la desubicación natural de tan particulares "mascotas"
puede producir graves alteraciones en el ecosistema local.
La primera parte de la visita ilustra a los
presentes sobre los tratamientos previos que reciben las mascotas recién
llegadas, a su paso por la clínica veterinaria de Exotarium. Las aves y loros
en cautividad requieren un seguimiento específico, por lo que cuentan con
sendos módulos habilitados para su recuperación. Todo este dispositivo ocupa
uno de los lados de la gran sala central del hangar, que es además la que da la
bienvenida a los curiosos y solidarios con la causa. En su pequeña recepción se
puede adquirir una camiseta de apoyo a la labor que desarrolla la asociación.
Justo enfrente de esta UVI zoológica se ha
destinado un buen número de metros cuadrados para algunas de las especies mejor
representadas: la familia de las tortugas y galápagos. Disponen de un terrario
propio por el que desplazarse, a los pies mismos de la reproducción de una de
las efigies que pueblan las costas de la chilena Isla de Pascua.
Su terrario es vecino de la población animal más
numerosa, que es la de iguanas. Las hay de todos los tamaños y edades. Estos
inquietantes herederos de los dinosaurios permanecen fijos sobre grandes ramas
desnudas, a escasos metros del sol que entra por las ventanas o incluso
encaramados a cualquier superficie que esté cercana a la luz o una fuente
calorífica. Un microclima cálido y denso crea el resto de las condiciones
necesarias para procurarles un hogar lo más parecido posible al que una vez
disfrutaron en libertad. Las lámparas ultravioletas se encargan de proteger el
calcio de los reptiles. Las iguanas más pequeñas se agrupan en una instalación
cerrada, desde la que se divisa uno de los espectáculos más curiosos del
Exotarium: un segundo lago artificial donde varias tortugas y pequeños
cocodrilos conviven pacíficamente.
Capítulo aparte es el de las serpientes. El
ejemplar “estrella” de esta muestra es una pitón reticulada de ocho metros, que
según los miembros del equipo de Exotarium se trata de la mayor existente en
España. Como curiosidad, algunas de las urnas que contienen a las
"viperinas" están coronadas por collares y pendientes de metales preciosos.
El creador de Exotarium compara así la belleza natural del reino animal con la
ostentación de la joyería más clásica, dejando claro que para adornar la
vanidad no hay por qué recurrir a pieles animales, bolsos de caimán o
cinturones y mochilas de procedencia animal. Una breve exposición muestra una
significativa parte de estos productos (como los caparazones de tortugas),
perfectamente sustituibles por otros de confección sintética o artificial.
La diversidad animal que da sentido a la labor de
la entidad comprende desde una boa en peligro de extinción hasta tarántulas o
perritos de la pradera. Cada ejemplar ha sido denominado de una forma divertida
por los cuidadores, que hablan de ellos con mucho cariño, como viejos amigos de
los que conocen al dedillo sus aventuras y desventuras.
Las vitrinas son de distintos tamaños y
capacidades, pero todas ellas están decoradas con motivos vegetales, rocas y
ramas de árboles que tratan de reflejar el hábitat de los ejemplares expuestos.
Algunos cuentan incluso con una recreación de su último hogar, muchas veces una
“jaula de oro” o un reducto imposible del que se ven incapaces de disociarse:
un armario, unas cajas de madera… La iluminación suele ser baja, como
corresponde a especies sensibles a la luz.
En otras ocasiones las cristaleras ocupan la
pared entera o buena parte de ella, lo que permite apreciar a algunos mamíferos
en su comportamiento diario: mapaches, chinchillas, hurones, etc. Podemos ver
cómo se les alimenta, dónde se esconden para preservar su intimidad, con qué
juguetes o balancines les gusta divertirse…
Entre las propuestas complementarias del
Exotarium figuran la visita que los colegios efectúan a sus instalaciones entre
semana, la organización de terrarios en centros escolares o la adopción
temporal de mascotas de particulares que no sepan qué hacer con ellas durante
las vacaciones o en ausencias prolongadas. El despliegue divulgativo y
didáctico del centro se completa con una sala audiovisual, donde los grupos de
estudiantes culminan su itinerario con el visionado del documental “Precio a la
vida”.